Belleza, vulnerabilidad, obstinación, rechazo
Hemos creado la Fundación Barba Varley para promover activamente el compromiso con las causas y valores que han motivado nuestra vida en el Odin Teatret.
Existe en el teatro una tradición de lo imposible. Esto se corrobora con las vidas de Eleonora Duse, Sarah Bernhardt, Isadora Duncan, Konstantin Stanislavski, Ellen Terry, Gordon Craig, Vsevolod Meyerhold, Helena Modrzejewska, Adolphe Appia, María Guerrero, Antonin Artaud y Bertolt Brecht.
Esos artistas supieron imaginar y a veces concretar un teatro considerado imposible por sus contemporáneos. Hoy se nos presentan como pioneros que trascendieron el horizonte del teatro, dando otra dimensión a nuestra profesión surgida como entretenimiento.
Es en esta tradición de lo imposible donde nuestra Fundación tiene sus raíces. Es una tradición que va más allá de un Primer Teatro centrado en el texto y un Segundo Teatro dedicado a la experimentación. Florece en la diversidad de la cultura de los grupos del Tercer Teatro y de muchos otros teatros que operan en las periferias geográficas, sociales y artísticas.
Nuestra Fundación se dirige a las visiones, intereses y campos de acción de mujeres y hombres que, desde el Living Theater en Estados Unidos hasta el Teatr Laboratorium de Grotowski en Europa, desde La Candelaria en América Latina hasta el Telón Rojo del Teatro Karakumi en Japón, insertaron de una manera diferente la vida del teatro en la realidad de la vida.
Pensamos en los grupos y artistas de teatro que desde la década de 1970 se han consolidado como células autónomas de un nuevo sistema de producción y relaciones, demostrando la función transformadora del teatro para quienes participan en sus procesos y para quienes se benefician de los resultados.
Esta herencia ético-profesional es fuente de inspiración y ejemplo concreto para todos los que hoy quieren luchar por diferentes maneras de relación actor-espectador en una época ávida de cambios. ¿Qué seríamos sin la conciencia de lo que ya no existe? Ayuda el saber que existe una Fundación que aprecia los proyectos imposibles.
Por eso la Fundación se dirige a la cultura sumergida de los “sin nombre” del teatro. Su propósito es apoyar focos de acción de personas desfavorecidas por género, etnia, geografía, edad, forma de pensar y actuar dentro y fuera del teatro.
La Fundación se identifica con algunas características transformadoras del teatro:
- – simplicidad de acción que incluye diversidad y complementariedad, y afronta lo inexplicable y la complejidad que nos rodea;
- – continuidad y persistencia de acción, en una época en la que se tiende cada vez más al use y tire;
- – utopía de acción que afilia a individuos que piensan y obran de manera diferente al del espíritu del tiempo.
El teatro puede ser un laboratorio antropológico que subvierte ideas y prácticas establecidas. Creemos que el teatro es política con otros medios: los de la Belleza, la Vulnerabilidad, la Obstinación y el Rechazo. Comenzamos en pequeños grupos de amateurs, Eugenio en el Odin Teatret en Oslo y Julia nel Teatro del Drago de Milán. Durante más de medio siglo, nuestras motivaciones nos han instado a no rendirnos. Hoy nos alientan a poner en marcha esta Fundación.
Sepan utilizarla todos los que quieran sembrar mariposas en la imaginación de sus espectadores y de aquellos que no lo serán.
Holstebro-Roma, 15 octubre 2020